Ya sea que estés anhelando una aventura emocionante o una escapada pacífica, no hay mejor destino que el Matterhorn. Situado dentro de la belleza de la frontera suizo-italiana, este hito natural no sólo es el epítome del esplendor alpino, sino que también presenta una gran cantidad de actividades para niños. Un viaje a Matterhorn resume magia, maravillas y aventuras, de las cuales su familia hablará en los años venideros.

Desde la recreación de la vida medieval hasta la exhibición de ideas del futuro, los museos de Suiza cuentan una historia apasionante. Estos son algunos de los mejores para visitar.
Los visitantes pueden aprender sobre la historia de los trenes, aviones y automóviles en este museo. También ofrece simuladores para que las personas puedan experimentar lo que es conducir uno de estos vehículos.

Dado que Suiza es un país pequeño, sus lugares de interés están cerca unos de otros y llegar a ellos es muy fácil. Resorts de montaña, lagos, bosques, castillos, museos, arquitectura antigua y moderna hacen de esta república federal un excelente destino turístico. Gracias a su bajo índice de criminalidad, también es muy seguro para los turistas.

Berna es una ciudad provincial en el mejor sentido de la palabra. Aunque ha sido la capital de Suiza desde 1848, sigue siendo una "ciudad" encantadora. Además, Berna es la sede del gobierno, empresas y organizaciones internacionales y un importante centro de transporte. La singularidad de la ciudad viene determinada por un centro histórico muy bien conservado. La Ciudad Vieja es Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Berna es solo una ciudad medieval en el centro de la ciudad moderna, rodeada por el río Aare.

En Suiza, hay un pequeño pueblo de Bivio, que atrae la atención de los turistas con sus pistas de esquí y paisajes extraordinarios. Aquí hay una pista de esquí, que dará una enorme carga de vivacidad a los aficionados a las actividades al aire libre.